Colegios

La elección de un colegio para nuestros hijos es siempre una tarea complicada, pero lo es aún más si se trata de un niño como los nuestros, con una enfermedad rara. En su caso, ya no buscamos sólo que esté cerca de casa o del trabajo, o que sea bilingüe, o que tenga buenas instalaciones deportivas, o disponga de una equipación tecnológica a la última, por ejemplo. La mayoría de esas cosas deberían pasar a un segundo plano y centrarnos en la dirección del colegio y en las personas que forman el equipo docente. 

Es muy importante que tengan claro que la misión de la Educación en situaciones de desventaja es abrir horizontes, puertas, posibilidades, más allá del fatalismo que supone pensar que lo difícil es inalcanzable. Es imprescindible que ayuden a nuestros pequeños a construir su propia imagen, ajustada a su realidad, para desarrollar una fuerte autoestima, resaltándole las capacidades que atesora, no sus debilidades; sus fortalezas por encima de sus limitaciones, entre otras razones, porque de estas últimas ya se encarga de informarle el entorno de manera, a veces, nada estimulante.

Como dice la pedagoga Yolanda Ahedo Infante, el éxito de cualquier intervención educativa está en creer en la capacidad del ser humano para que, desde sus facultades -muchas o pocas- pueda participar activamente en el mundo, respetarlo, entenderlo y colaborar en la construcción social de forma responsable y compartida. Y a partir de esta confianza en la persona, actuar sobre todos los elementos que intervienen en la inclusión y adaptación escolar: el entorno físico, la organización, los métodos, los recursos, los objetivos… y sobre las ACTITUDES. Para lograr, en definitiva que “la adaptación escolar” signifique adaptar la escuela al niño, no el niño a la escuela.

De todo esto, nos puede informar el equipo de atención temprana al que debemos acudir para que nos asesoren sobre la mejor forma y el lugar donde escolarizar a nuestros niños, teniendo en cuenta las necesidades educativas especiales que, en cada caso, precisen. Pero nosotros queremos ir más allá y elaborar un listado de colegios que recomendaríamos sin dudar a cualquiera de nuestros niños. Siempre, pero sobre todo en el caso de enfermedades raras, la experiencia es un grado.

Esta lista, por supuesto, también puede resultar de gran ayuda no sólo para la elección de colegio, sino también como referencia para el intercambio de conocimientos entre profesionales. Desde aquí, aprovecho para alentar a todos los profesionales que se dedican diariamente a la educación de nuestros niños, a compartir sus logros y sus metas para eliminar esa sensación de aislamiento al haber tan pocos casos y tan dispersos. El compartir nuestros conocimientos nos ayudará a conocer cada vez mejor su realidad y sus necesidades y, por lo tanto, a ser más eficientes en nuestra labor de educar.

 

Os pedimos vuestra colaboración para ampliar la lista. Y por aquello de predicar con el ejemplo, empezaré poniendo el colegio público Virgen de la Ribera, al que acude mi hijo, que nos ha dado una gran lección sobre lo que es de verdad educar a un niño: al mío, con su carita y sus manos particulares, y a los demás, que presumen de tenerle como amigo; que nos ha demostrado que la integración puede ser una realidad.

Si quieres ver otro ejemplo de que lo que te cuento es cierto, pincha aquí.

Para ir a la lista de colegios, pincha aquí.

Tema: Colegios

Cómo trabajar con mi alumna Bárbara q tiene síndrome de Apert

Naara Castillo | 06.02.2015 | 09.02.2015

Hola soy maestra en Educación Especial y tengo un caso en mi aula, una alumna con este síndrome,me gustaría saber estrategias de trabajo para el aula para llevarlas a cabo con ella. Se los agradeceré mucho

Re: Cómo trabajar con mi alumna Bárbara q tiene síndrome de Apert

Marta | 09.02.2015

Hola! Mi hijo de 6 años no va a Educación Especial, sino a un colegio público ordinario (aunque yo diría "extraordinario", la verdad), donde le "adaptan" el material y la forma de trabajar a su condición física (sobre todo a sus manos) y a su falta de atención, que poco a poco, vamos mejorando. Por lo demás, tiene el mismo contenido que el resto de sus compañeros de clase que no tienen ninguna discapacidad.
Si pudieras explicar un poco más su caso estoy segura de que podremos echarte una mano. ¿Qué edad tiene Bárbara? ¿Ya habla? ¿Tiene inteligencia conservada? ¿Le han separado los deditos?

Son dos hermanitos al mayor lo molestan en la escula

marcoammejia@gmail.com | 13.09.2017

Hola

Son mis nietos estan en la misma escuela Eztli es le mayor 5 años y Matias 3 con sindrome de aper, por lo anterior al hermano mayor lo molestan en la escuela por que le dicen que su hermanito es un monstruo y el defiende a su hermanito de los niños..que posicion debe uno de tomar ante esto en la escula??

Re: Son dos hermanitos al mayor lo molestan en la escula

Marta | 25.09.2017

La verdad es que lo que cuentas es algo que nos encontramos con bastante frecuencia, y no solo en la escuela. Cuando mi hijo pequeño (con Apert) comenzó el cole estaba aterrada ante la idea de que los niños no quisieran acercarse siquiera o dijeran aquello de “que viene el monstruo” que había escuchado tantas veces en el parque. Pero lo cierto es que el colegio hizo un trabajo extraordinario y consiguieron enseguida que mi hijo fuera uno más.

Ellos dicen que los niños lo entendieron rápido y que funcionó fenomenal la lectura de ciertos cuentos que puedes ver en el apartado “Integración” de esta misma web. También es verdad que nosotros hemos normalizado su vida desde el principio y dimos permiso al colegio para que diera cualquier dato que consideraran oportuno para hacer más fácil esa normalización en el cole. Por ejemplo, los niños preguntaban por qué mi hijo tenía un agujero en el cuello (tuvo una traqueotomía hasta los 3 años) y la profe les explicaba que nació con los pulmones malitos y la nariz demasiado pequeñita y gracias a ese agujero que le hicieron los médicos, pudo respirar mucho mejor.

Creo que debéis hablar con la dirección del colegio para que trabaje con todos los niños el tema de la integración, que resalten no las diferencias físicas, sino su alegría y su afán de superación. En el apartado INTEGRACIÓN de esta misma web (en Foros de Debate) podéis leer lo que hicieron en el cole de mi hijo y que está funcionando de maravilla (https://www.educarconapert.es/foros-de-debate/integracion/)

En cuanto a la actitud a tomar fuera del colegio ante un caso así, yo tengo claro, desde la primera vez que mi hija mayor lloró en el parque porque unos niños se reían de su hermano, que si alguien tenía que llorar, no serían mis hijos. Si sus padres no hacían nada, en ocasiones me paraba a explicarles a esos niños por qué no debían reírse del mío, pero eso no hacía que mis hijos se enfrentaran al “problema”.

Y les enseñé que no todo el mundo era tan inteligente como ellos para ver más allá de una discapacidad aparente, que quizás lo mejor fuera no hacerles ni caso a esos que se quedan mirando y comentan su aspecto, pero que si les molestaba porque le señalaban a o se reían de él, simplemente hicieran lo mismo. De hecho, yo lo hago con ellos: les señalamos los tres y nos damos codazos diciendo “hala, mira qué cara tiene ese” y después seguimos con nuestra vida como si nada hubiera pasado.

Es increíble lo bien que funciona: los otros niños aprenden la lección sin necesidad de soltar ningún rollo y, sobre todo, la autoestima de mis hijos está intacta y no tienen ningún complejo. Como te he dicho al principio, su vida, con Apert y sin él, es absolutamente normal.

No dejéis que nadie os acompleje. Al contrario, sentíos muy orgullosos de nuestros niños y de todo lo que son capaces de hacer!

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